1.Previsor
Programar es prever. Debes ir por delante y
ser capaz de ver lo que va a ocurrir. Si no eres previsor tendrás que tirar
muchas veces tu trabajo lo que minará y repercutirá en tu confianza y en la de
los que te rodean.
2. Lógico
Analizar antes de programar. No escribas nada
hasta que tengas totalmente resuelto el problema. Si eres de los que lo primero
que hacen es escribir tendrás que tirar muchas veces tu código y te encontrarás
con que no resuelve el verdadero problema del usuario.
3. Abstracto
Busca soluciones generales y no particulares.
Si sólo resuelves el problema concreto, pronto te encontrarás resolviendo un
problema similar. Si abstraes conseguirás resolver tanto el problema concreto
como otros muchos que aparecerán en el futuro y que ni siquiera te habías
imaginado.
4. Perseverante
Un buen programa requiere mucho tiempo y
esfuerzo. Necesitas tesón y dedicación sin que cunda el desaliento. Si no eres
perseverante no terminarás ningún gran proyecto o a partir de un momento la
calidad de tu programación se reducirá.
5. Empático
El programador no inventa problemas, los
resuelve, debes ser capaz de escuchar hasta comprender el problema, a partir de
ese momento podrás resolverlo. El mayor error que puedes cometer es programar
por ego y tratar de buscar el halago de que eres el mejor, en su lugar busca
que los usuarios te aprecien porque se sientan bien escuchados y atendidos, esa
es la batalla que debes ganar.
6. Documentalista
Piensa desde el primer momento que tus programas
serán mantenidos por otros programadores. Comenta profusamente tu código, crea
documentos que ayuden a su comprensión y mantenimiento. Programa tus
aplicaciones como te gustaría encontrarte una aplicación que hubiese
desarrollado otro programador.
7. Simplista
Menos es más, menos código es sinónimo de
mejor programación. Resolver una función o un procedimiento con el menor código
posible es un buen síntoma. Lo más complicado es conseguir desarrollar
aplicaciones sencillas, con las opciones adecuadas y la usabilidad correcta.
Tan malo es lo que sobra como lo que falta. El usuario es un juez implacable y
sabio, habla con los usuarios y simplifica.
8. Práctico
Buscar la perfección no tiene por qué ser la
mejor opción, hay que saber encontrar el punto de equilibrio entre número de
líneas, rendimiento óptimo, facilidad para comprender y mantener el código.
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